Episodio 15. Para 5 minutos al día
Qué raro no... parar es una verbo normal, de esos facilitos, de conjugación regular encima. No tuve problemas con el verbo parar cuando estudié español en la Universidad.
Un verbo corriente y en cambio qué pocas veces se usa en la forma imperativa.
¿Cuándo es la última vez que te han dicho PARA, quédate quieta, no hagas nada? Siéntate y para.
Hace varios años cuando empezaba a dar clases de yoga insistía mucho sobre la necesidad de meditar. Y sigue siendo vigente. La meditación es la llave maestra, la técnica que cambia la vida de verdad.
Pero con los años he ido viendo que antes de instalar el hábito de meditar, es necesario instalar el hábito de parar.
Me parece que la sociedad se está volviendo loca. Veo a mi alrededor personas que corren sin parar, que están todo el día en el hacer.
Si estás siempre haciendo o pensando, ¿cuándo sientes?
¿Sabes cómo estás si no paras de correr?
El no-hacer es una actividad difícil y políticamente incorrecta. Pero francamente, viendo como está el mundo, nos conviene ser políticamente correctas? No sería conveniente ir en contra de la "norma" del hacer y del conseguir?
Cuando estoy parada, cuando me tomo un tiempo para simplemente respirar y ver lo que me rodea, sin juicios, sin esperar nada, por fin estoy en el sentir.
Es un gesto fundamental.
Cuando tenía crisis de ansiedad que me llevaban a urgencias cada dos por tres y que las crisis de ansiedad no eran nada comunes, hace 25 años nadie sabía que era, mi psicóloga me recomendó parar durante una hora al día. Sin hacer absolutamente nada. Me parecía muy difícil pero me ayudó muchísimo.
Ahora paro mucho, es casi al revés. Tengo un banco en el acantilado encima del mar que llamo "mi banco" donde paro largos minutos. Sin hablar, solo observar el mar. Y con esta tranquila observación surge la observación de mi misma. Puedo saber lo que siento, lo que necesito, lo que quiero.
Si no paramos nunca, nunca podremos cambiar nada.
Así que te propongo un ejercicio:
Reserva en tu agenda del día 5 minutos para ti, solo para ti.
Siéntate en un sillón, una silla, donde quieras. Sin nada, ni libros, ni móvil.
Respira, siente tu respiración.
5 minutos que marcarán un cambio en tu vida, te lo garantizo. Cuando poco a poco le vayas cogiendo el gusto a ese no-hacer, los momentos de parar se alargarán y estará lista para pasar al siguiente nivel: la meditación.
De momento para, hazte este regalo. 5 minutos al día.
Tú puedes.
Ánimo valiente!
Con cariño
Céline
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