Episodio 19.- La mente solo te habla del pasado y del futuro

En el episodio anterior te he dicho que tú no eres tus pensamientos. Si no lo has escuchado, escúchalo antes de escuchar éste, porque es la base.

Ahora vamos a ir un poco más allá.

Vamos a mirar cómo es esa mente, cómo son los pensamientos que te llegan.

Puede que creas que estás condenada a tener siempre los mismos pensamientos en bucle, y puede que sufras por ellos, por eso es muy importante que aprendas cómo funciona tu mente para tener el control total sobre ella y que por fín deje de molestarte tanto.

La primera cosa que tenemos que saber es que la mente solo te manda pensamientos que tienen que ver con el pasado o con el futuro.

Los pensamientos del pasado te hablan de lo que pasó, y me atrevería a decir que casi todos los pensamientos acerca del pasado nos traen recuerdos desagradables o tristes. Espero que algunos bonitos también, de vez en cuando!!

Las personas que sufren de depresión están ancladas en el pasado,

sus pensamientos las envían una u otra vez a lo que ha vivido, y con ellos llegan los autoreproches, la culpabilidad o el deseo de que hubiese sido diferente. Generan una gran tristeza.

Las personas que sufren de ansiedad tienen más pensamientos orientados al futuro, y siempre catastróficos.

Es decir que su mente imagina las peores circunstancias posibles, el miedo es el que manda. También el estrés tiene que ver con los pensamientos del futuro puesto que es siempre el miedo de “no llegar”, de no conseguir, de no poder…

Y TÚ? ¿Cómo funciona tu mente?

Vamos a hacer una cosa: vas a coger un cuaderno bonito, uno que te guste o abrir una aplicación de notas en el móvil y vas a apuntar cuando te acuerdes los pensamientos que has tenido a lo largo del día.

Haz dos columnas: pasado y futuro y apúntalos donde corresponda.

Así verás cómo es tu mente, si está más en el pasado o en el futuro.

De momento solo eso,

el primer paso para conseguir la paz mental es aprender cómo funciona tu mente.

Algún día con la práctica y sobre todo con mucho cariño hacia ti serás capaz de decidir si quieres recordar o anticipar, pero para bien, para tu propio bien.